miércoles, 17 de julio de 2013

Capitulo 17

Llegó el domingo, el último día de libertad.
Mis ojos temblaron un poco, pero se abrieron con lentitud y cansancio.
Miré a Mikel, que dormía plácidamente y sin darse cuenta de nada.
Sonreí y permanecí un rato más con la cabeza en su pecho desnudo.
No, no lo habíamos hecho, pero no descartaba la idea de que hoy quizás…
Hoy es el último día de juerga y lo voy aprovechar al máximo.
Con cuidado comprobé la hora, y me llevé una sorpresa al ver que eran las 12 del medio día.

-          Mikel…

Sin respuestas, solo un ronquido.

-          Venga Mikel…

Me puse en su encima y le di pequeño besos por el pecho, subiendo hasta los labios.
Al principio se le veía confuso, pero luego sonrió y me devolvió el beso con ansias.

-          ¿Tienes hambre? – bromeé.
-          Un poco, pero hambre de ti…

Nos volvimos a besar en la cama, pero aun había tiempo.

-          No quiero volver al hospital…
-          Piensa en otra cosa, en eso aún no…

Se incorporó y me miró sonriendo, con una sonrisa picarona.

-          ¿Y que quieres hacer hoy?

Pillé la indirecta, y más si me miraba con una mirada muy traviesa.
Me encogí de hombros y reí, al mismo tiempo que el se levantaba y empezaba a vestirse.

-          Podríamos dar una vuelta por la playa ¿No?
-          Buena idea, pero antes desayunemos…
-          Será lo mejor

Bajamos a la cocina y nos hicimos unas tostadas, junto a los dos cola-caos.

-          Que bien que sepas hacerte una tostada – dije esbozando una sonrisa
-          No te metas más conmigo, las patatas solo se quemaron un poco
-          ¡Un poco dice! ¡Incluso tuvimos que llamar al restaurante chino para que nos trajeran algo más decente!

Esquivé un cojín que me había lanzado y me senté en la silla.
Terminamos de desayunar y fuimos a vestirnos para salir, como hemos propuesto, casi todo el día.
Me quité la camiseta y fue fácil percatarse de que Mikel no  me quitaba el ojo de encima.

-          Al menos disimula ¿No? – reí.
-          Es que estás muy buena… - sonrió travieso.

Cogí el bikini (me lo compré) y me dirigí al baño.

-          ¿Dónde vas? Te lo puedes poner aquí
-          Eso te lo dejo para esta noche

Dicho esto, entré en el baño, sintiendo como Mikel reía en silencio.
Cuando terminamos, salimos de la casa y nos dirigimos en la moto a la playa.
Pusimos las toallas y nos tumbamos en silencio.

-          ¿Me pones crema solar? – pedí sonriendo.
-          Por supuesto

Sacó la crema de una mochila y se sentó a mi lado.

-          Donde te la pongo
-          Por las piernas y la espalda

Sin pensárselo dos veces, se hecho crema en las manos para luego pasármela por los muslos.
Da muy bien los masajes, eso hay que dejarlo claro.
Después me desabrochó un poco el bikini, pero sin dejar que se me viera la parte de delante.
Me extendió la crema por la espalda, con mucho cuidado.
Estaba dando un paso muy importante respecto a mi enfermedad, ya que estaba en bikini y en público.

-          ¡Cortaos un poco, anda!

Los dos miramos a ver quien había dicho eso y empezamos a reír.
Alex venía hacia nosotros saltando como un loco, haciendo que muchas fans empezaran a reír al verle.

-          ¡Tete, eres un cabrón! – exclamó Mikel de broma.
-          ¡Gracias por no decirme que venías con Alicia! ¿Eh? – dijo con ironía.
-          Atrás que Alicia es mía

Me ruboricé pero no dije nada.
Noté como me abrochaba la parte de arriba, así que me incorporé en la toalla.
Alex se acercó para darme dos besos.

-          ¿Con quién vienes a la playa? – preguntó Mikel mirando a todos lados.
-          Con una pava muy…
-          Vale, vale, no digas más

De mientras, yo me meaba de risa. Ellos dos juntos son un show.

-          Voy al chiringuito a pedir agua, enseguida vuelvo – dije con aprisa.
-          No te pierdas – bromeó Alex.

Sonriendo, más feliz que nunca, me dirigí al chiringuito.
Pedí agua y cuando me di la vuelta, Mikel y Alex hablaban esta vez con tranquilidad, pero serios.

-          ¿Qué ocurre? – dije cuando llegué.
-          Nada, nada, estábamos hablando de las pruebas para una película – respondió Mikel, mirando de reojo a Alex.
-          Si, a ver si nos eligen… - dijo Alex con seriedad – bueno tío yo me voy, nos veremos la semana que viene.

Se chocaron las manos y Alex se fue, dejándome un poco con la duda sobre de lo que hablaban realmente.

···················

Abrí la puerta de la habitación y resoplé.

-          Estoy cansada… - dije sentándome en la cama.
-          Quejica…

Mikel se sentó a mi lado y me abrazó.
Se lo devolví y le di un beso en los labios.
El beso siguió, cada uno devuelto con más ganas.
Me tumbó en la cama y se puso sobre mí, besándome con pasión y deseo.
Un calor repentino vino de repente para los dos.
Mikel se quitó la camiseta, dejando ver su perfecto torso que tanto me gusta.
Imitándole, me saque yo la mía, haciendo que se volviese loco.
Le di besos por el pecho, bajando hasta la altura del ombligo, para subir arriba y darle un beso tierno y dulce.
Ahora es su turno. Dirigió su boca a mi cuello y oreja, mordisqueando abiertamente, sin timidez.
Llevó sus labios a la parte de mis pechos que no cubría el sujetador.
Me miró un momento y vio que tenía los ojos cerrados por el placer.
Desabrochó mi pantalón y lo tiró bien lejos, desabrochando el suyo después.
Sus cálidas manos recorrían cada parte de mi cuerpo, explorando sitios nuevos aun por descubrir.
Sin darme cuenta, ya tenía mi sujetador en sus manos, haciendo que fuese suya.

El deseo era especial y fogoso, tanto que esto solo acababa de comenzar.

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