jueves, 18 de julio de 2013

Capítulo 18

Sin ganas, pero aun así más feliz que nunca, tiré la mochila con todas mis pertenencias en la habitación del hospital.
Ha sido un fin de semana fantástico, único e insuperable.
Estos días he conocido a un Mikel nuevo, más rebelde y más atrevido.
Puedo decir que estoy enamorada, aunque hay algo que no me cuadra… y no sé porque.
Hará tan solo unas horas me dijo que me llamaría y vendría a verme, pero con una expresión extraña, como si estuviera… mintiendo.
Sacudí la cabeza varias veces, alejando esos malos pensamientos.

<<Te estás creando paranoias Alicia>>

Suspiré y cerré los ojos muerta de sueño, apenas había dormido la última noche en casa de Mikel.
Caí rendida enseguida, con la propuesta de dormir todo el día de mañana.

·················

-          ¡Despierta dormilona!

Me zarandearon por las piernas varias veces, consiguiendo que me despertara de mal humor.
Eché de menos los despertares de los días anteriores, esos besos dulces y los ‘’Buenos días princesa’’. Sonará cursi, pero es uno de los despertares más bonitos que hay.

-          Hay desayunar, vamos

Me froté los ojos y miré a mí alrededor.
Mi enfermera particular me ponía entre las piernas una bandeja con tostadas y al lado un vaso de leche.

-          Gracias… - refunfuñé enderezándome.

Cogí la tostada y le di un bocado sin muchas ganas, pero no me quedaba más remedio que comer si quería salir.
Al acabar, decidí dar una pequeña vuelta por el hospital, para despejarme un poco y poder pensar con claridad.
Por medio del camino, el móvil empezó a sonar con demasiado ruido, molestando a algunos pacientes.
Lo cogí enseguida, pidiendo perdón por señales.

-          ¿Quién es?
-          ¡ALICIA! ¡ALICIA!

Empecé a reír con energía.
-          ¡Wendy! ¡¿Pero que haces llamándome?

Wendy es una de las amigas que me presentó Teresa, muy buena chica y bastante madura cuando quiere para tener 14 años.

-          Teresa me ha contado que tuviste una cita con alguien especial…

De nuevo reír por el tono de voz con que lo dijo.

-          Si, bueno… - risas nerviosas – fue una cita muy buena
-          Teresa no sabe que tengo su móvil, te quería llamar para saber que tal te fue todo…
-          Gracias cariño, pues me fue de maravilla, un día de estos que nos veamos en persona te cuento mejor, ¿Vale?
-          Por supuesto, yo y las demás tenemos ganas de verte, ¡que nos caíste muy bien!
-          ¡Y vosotras a mí, chica!
-          ¿Llegasteis a…?

De fondo se escucharon unas quejas, sin dudar era la voz de Teresa.

-          ¿Hola? ¿Con quien hablo? – dijo preocupada con voz enfadada.
-          Con la mafia, te vamos a secuestrar – bromeé aguantando la risa.
-          Alicia… ¡Serás puta!
-          Sin insultar ¿eh?

Escuché como Wendy reía de fondo, provocando que Teresa también riera.

-          ¿Cómo te fue con Mikel?
-          Otro día cuando nos veamos en persona te cuento
-          Vale, vale… déjame con la duda…
-          Que tonta eres… yo te cuelgo que el móvil me cuesta factura
-          Gracias por no querer hablar conmigo, yo también te quiero
-          Vete por hay… anda en serio me voy
-          Cuídate guapa, y que dentro de poco iré a verte
-          De acuerdo, de acuerdo

Colgué y sonreí, sabiendo que acababa de empezar una nueva vida, con nuevos amigos y más oportunidades.

················

-          Adelante

Entré en la consulta de mi doctora.
Tenía una duda que me acosaba desde hace semanas, pero que no me atreví a preguntar hasta este día.
-          ¿Qué ocurre Alicia? – preguntó mi doctora  con gesto preocupado.
-          No, nada grave, solo tengo una pregunta…
-          A bueno, ¿Cuál es?
-          ¿Con cuántos kilos se podría decir que estoy recuperada y salir del hospital?

Reflexionó unos momentos, se levantó de la silla y se puso frente a mí.

-          Determinando tu estatura si ganas 5 kilos más y vemos que has aprendido ‘’las consecuencias’’ de no comer, te daremos el alta – sonrió.

Me quedé boquiabierta por su respuesta.

-          ¡¿Solo cinco kilos?! ¡¿En serio?!
-          En serio, en serio… pero también debes haber aprendido las consecuencias de…
-          ¡Pues claro he aprendido!

Resoplé con la alegría y le di un abrazo a mi doctora.

-          ¡Estoy feliz! – grité saliendo de la consulta y corriendo por el pasillo.

Las personas me miraban, pero ¿Y qué?, esta alegría es infinita y por primera vez me da igual lo que los demás piensen de mi.
Saqué el móvil y empecé a escribir un mensaje de texto.

``Mikel, mi doctora me ha dicho que si
gano cinco kilos me darán el alta, ¡Al fin!
¿No es genial? Espero tu respuesta feo, te quiero. ’’


Estoy deseando ver su reacción al enterarse de esta noticia. ¡Será brutal!
Decidí salir a la terraza a tomar el aire, no tenía permiso, pero total, ¿Qué más da?
¡Hay que arriesgarse al máximo en todo, que la vida es corta!

················

Tres días han pasado y no he tenido ninguna noticia de Mikel.
El mensaje que le envíe no lo ha respondido, y eso me hace desconfiar de el.
No sé que mierdas está pasando, pero parece que soy su acosadora.
Por primera vez he mirado su twitter y tiene bastante actividad desde entonces.
A lo mejor no se fijó en que le envíe un mensaje… a lo mejor.
Suspiré y seguí comiendo con preocupación, con ojos tristes y un poco apagados.
Cuando venga a la charla hablaré con él, de eso estoy segura.

············

Me senté para escuchar la charla de Joana, aunque más bien solo pensaba en Mikel, que estaba sentado al lado de Igor.
-          Estoy muy contenta de haber dado todas estas conferencias, pues esta ha sido la última

Miré incrédula. ¿La última? ¿Hoy?
Exasperada, entre todo el barullo de gente que se levantaba para coger el último bizcocho o para felicitar a Joana, me dirigí a Mikel.
Este se fue a paso ligero con Igor y Alex, sacando de los bolsillos un paquete de tabaco para fumarlo fuera del hospital.
Le observé con tristeza, muy ofendida y entendiéndolo todo poco a poco, pero sin querer creerme la puta verdad.

Corrí hacia un rincón solitario y me dejé caer allí, llorando como nunca he llorado en mi vida. Perdiendo toda ese brillo y felicidad que había recuperado en los días anteriores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario