Bueno, normalmente nunca subo dos capítulos en un día! pero subiré porque una chica en Ask dice que como no suba se desintegra :'(
Una cosa más... ¡Espero que entendáis el final del capítulo! Jajajaja
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Entorné los ojos, un poco
confusa. Alcé la vista y releí varias veces una gran pancarta que rezaba:
‘’Bienvenida a tu nuevo hogar’’.
Me giré hacia ellas
señalando la pancarta, con el pulso temblando.
-
¿Va en serio?
Asintieron un poco preocupadas
por la seriedad que tenía encima.
-
¿Estáis locas?
¡Os habrá costado un pastón!
-
Está pagado
entre toda, así que tampoco es para tanto – contestó Teresa con precaución.
-
¡Chicas, ya
tenía pensado hacerlo yo!
-
¿Y? es nuestro
regalo de superación, te lo merecías – prosiguió diciendo.
-
Además, debes
tener tu propia casa para tener tu intimidad – dijo Sonia – Tu ya me entiendes…
Sonreí y observe el
apartamento.
Es bastante grande, muy
bien decorado y con unos muebles exquisitos.
-
Alicia, de
todas formas también lo pagó otro chico – saltó Elvira.
-
¿Cómo que otro
chico?
-
Es un piso
compartido… no te importará ¿verdad? – explicó Wendy.
-
Bueno, no…
mientras el tío sea guapo…
Todas empezamos a reír,
incluida yo, que lo estaba diciendo en serio.
-
Pero no vendrá
hasta dentro de unos días, ¿eh? No le esperes ahora en su habitación en ropa
interior – bromeó Angy.
-
¡Salida!
Otra vez deje vagar la
vista a mí alrededor, inspeccionando todo.
-
¿Y quién es el
chico? – pregunté mirando embobada a la televisión de plasma que había en una
esquina.
-
Ni idea, no le
vimos – respondió Emily entrando poco a poco.
Me encogí de hombros y
antes de que Emily pudiese ya me abalancé sobre el mando del televisor.
-
¡TELEVISIÓN
3D! – gritó entusiasma - ¡Eso lo ha pagado tu compañero, seguro!
-
¡Tengo un
compañero rico, seremos grandes amigos! – exclamé acercándome al televisor y
cogiendo las gafas 3D.
* * *
<< Standing
in the hall of fame. And the world's
gonna know your name. Cause you burn
with the brightest flame . And the world's gonna know your name.
And you'll be on the walls of the hall of fame >>
And you'll be on the walls of the hall of fame >>
Abrí los ojos
poco a poco, escuchando aquella canción muy lejana a pesar de tener el móvil a
cinco centímetros de mi brazo.
Gruñí y con
muy pocas ganas alcancé el móvil, antes, claro está, mirando quien era el
gracioso que me llamaba a las diez de la mañana.
-
Como no… - suspiré enfadada.
Colgué con
mucho morro y otra vez me tumbe para dormir muchas, y muchas horas más…
-
¡ABRE LA PUERTA !
Di un brinco
por el grito de hace unos segundos, con el corazón a mil por el susto.
-
¡ALICIA QUE ABRAS LA
PUERTA !
Me levanté
casi tropezando con mis propios pies y me dirigí a la puerta con una mirada
asesina.
La abrí, y
allí estaba, mirándome también con ganas de matarme y descuartizarme.
-
Wendy… son las diez de la mañana… - dije con frialdad.
-
Como si fueran las once, tu te vienes conmigo a dar una vuelta
Hice una mueca
y le cerré la puerta en las narices.
-
Ahora te jodes – me burlé sonriendo un poco.
Como si fuera
magia, la puerta comenzó a abrirse, dejando entrar a mi amiga.
Esta me miro
con expresión divertida, y agito en el aire un juego de llaves.
-
Me dejaron a cargo una copia de las llaves de tu apartamento
Aun seguía en
shock, por lo que no respondí.
Como si fuera
su propia casa, entró y ordeno una estantería de la que ni siquiera me había
percatado.
-
Tienes… ¿Unas llaves? – dije al fin sin poder creérmelo.
-
Pues claro, para poder vigilarte
Puse los ojos
en blanco y me revolví el pelo, soñolienta.
-
Cambiaré la cerradura…
-
Ni si te ocurra, que nos enfadamos todas
La miré mal y
me acerqué a la cocina para hacerme el desayuno, pero antes de pisar ni
siquiera el pasillo, Wendy ya me estaba tirando del brazo para salir.
-
¡Que te vienes a desayunar conmigo!
-
¡Al menos déjame vestirme, joder!
Al darse cuenta de que iba
en pijama me soltó y río un poco.
-
No tardo… -
murmuré de mala gana.
-
¡Más te vale!
* * *
El día estaba bastante
soleado, sin ninguna nube en el cielo.
Apenas había viento y la
temperatura era muy alta, digna de mes de Agosto.
Con las cañas de chocolate
y el café en un vaso de plástico, nos sentamos en un banco del parque ‘’Lourisse’’.
Al primer bocado a la caña
ya no pude parar, está buenísima y hacía mucho tiempo que no comía un dulce
así.
Wendy, en cambio, comía
con tranquilidad, sin prisas ni nada por el estilo.
-
Alicia… - dijo
al acabarse el café.
-
Queb pabza – contesté con la boca llena, hablando muy mal.
- Nathan rompió con su novia… - abrí los ojos sorprendida – para irse con una nueva.
-
¡Miebda!
¡Ah! Se me olvido decir que Wendy está enamorada de un chico llamado Nathan.
Tragué un poco
avergonzada, me acababan de escuchar un grupo de chavales de mi edad y se
estaba riendo, especialmente de mi.
Sonrojada evité mirarles,
aunque era inútil puesto que se acababan de parar delante de nosotras y nos
miraban amenazadoramente.
Wendy se acababa de dar
cuenta y se levantó del banco, me cogió del brazo para largarnos del parque.
-
Canis de
mierda… - susurró para que solo lo escuchase yo.
Reímos y nos dimos la
vuelta con dignidad.
Aun así me temía lo peor,
y por supuesto, ocurrió lo que me temía.
Uno de ellos, el que vi
peor pero que me pareció el más ‘’chulo’’ de todos, se acercó sigilosamente por
detrás y nos toco a ambas el culo.
Como un acto reflejo, mi
cuerpo se giró y le dio un puñetazo a ese cabrón en todo la cara.
Cayó al suelo tapándose la
nariz, que le sangraba a borbotones.
-
¡Gilipollas! –
gritó Wendy, riendo sin poderlo evitar.
Le miré la cara, pero no
por preocupación, solo para saber quien era.
-
¡¿Sergio?! –
exclamé al verle mejor.
El me reconoció enseguida
y me miró espantado. Si, se acuerda muy bien de mi.
-
¿A-Alicia?
Se levantó del suelo con
torpeza y me miró de arriba abajo, ya hacía mucho tiempo que no me veía, y
menos en buen estado.
-
Vaya, cuanto
tiempo… - dijo entre dientes, no muy convencido.
No respondí, no era
momentos para palabras, si no para hechos importantes.
Di un paso adelante, y
antes de que el pudiera reaccionar, ya estaba tirado el suelo con ambas manos
en sus partes más intimidas.
-
¡Zorra! –
gritó aullando de dolor.
-
¡Te merecías
mucho más, cabrón! – grité un poco descontrolada.
Antes de que pasase nada
más, Wendy me agarró con fuerza del brazo y me alejó del parque lo más lejos
posible.
Miré mi mano, que estaba
llena de sangre; un poco mía y otro poco (la mayoría) de Sergio.
Cuando ya estábamos
bastante alejadas del grupo de canis, Wendy me soltó resoplando.
Esperaba una buena riña,
ya que casi nos metemos en un buen problema.
-
Alicia… -
empezó con seriedad - ¡Eres la puta hostia!
Sonreí aliviada al ver
como mi amiga reía.
-
¡Choca! –
gritó alzando la mano.
La chocamos y nos
abrazamos.
-
Ese idiota se
merecía mucha más, como dijiste
-
Lo se, pero no
quería hacer nada delante de la gente…
-
Mierda… ya te
vengarás…
-
No te imaginas
lo que haré…
Anduvimos un buen rato por
las calles de Barcelona, visitando tiendas y todo tipo de lugares.
A mitad del camino, ya de
vuelta a casa, Wendy paró de repente con los ojos abiertos como platos.
-
¿Qué ocurre? –
pregunté extrañada.
-
El chico de
delante… - murmuró señalando con la cabeza.
Le miré un poco y después
a ella.
El chico era un poco bajo,
moreno y con muchas pecas.
-
¿Quién es? –
pregunté con curiosidad.
-
Es Nathan…
Abrí la boca muy
sorprendida.
Nathan no se había
percatado de nosotras dos, iba distraído con el móvil.
-
¡¡NATHAN!! –
grité de repente.
Wendy me miró con
expresión de horror, seguramente imaginando mi muerte.
El chico miró a todos
lados un poco confundido, hasta encontrarse con nosotras dos.
Su mirada se poso en mí
unos segundos, para luego dar con los ojos de su prima.
Se acercó con ligereza y
pude notar como sus movimientos eran algo… ¿Chulescos?
-
¡Ei, Wendy! –
saludó sonriendo.
-
Hola Nathan –
respondió con timidez.
Me miró sin saber que
decir, puesto que no me conocía.
-
Ella es
Alicia, ¿Te acuerdas? – informó Wendy.
-
¡Hostia, la
famosa Alicia!
Reí por eso de ‘’famosa’’,
se nota que Wendy hablaba de mi.
-
Encantado
– Nos dimos dos besos.
Hablamos durante un buen
rato, y comprobé la perfecta química que existía entre Wendy y Nathan.
Los dos son bastantes
cariñosos entre ellos, se sonríen, se lanzan miradas cómplices e incluso se
besan. ¡La pareja perfecta!
-
Chicos, me voy
ya – informé al ver que casi era la hora de almorzar.
-
¡No te vayas
mujer! – se quejó Nathan.
-
Quédate un
poco más, Ali – pidió Wendy con tristeza.
-
Lo siento,
pero lo mejor es que me vaya, tengo bastante hambre y antes me tengo que
duchar…
Nos abrazamos entre los
tres y me despedí a lo sentimental, bromeando como siempre.
Llegué al apartamento lo
más rápido posible para darme una buena ducha y comer.
Durante la ducha
reflexioné sobre todo lo que estaba sucediendo.
He cambiado mucho, sobre
todo con la comida.
Antes no quería comer para
nada, aunque estuviera muriendo de hambre.
Ahora necesito comida o
juro que no soy persona durante días.
Terminé y me coloqué la
toalla lo justo para que me tapase los pechos y la cintura.
Rebusqué por entre los
cajones el cepillo y secador para arreglarme el pelo.
Escuché un ruido bastante
fuerte, asustando un poco.
Pero decidí no darle
importancia, se habría caído cualquier objeto de alguna mesa o repisa.
-
Donde está… -
refunfuñé en busca de los objetos.
Sin que pudiese
reaccionar, la puerta del baño se abrió con fuerza.
La persona que abrió era
un chico, probablemente mi compañero de piso.
Al momento de verle me
quede en blanco, rezando que todo fuese un mal sueño y de que ahora despertaría
por la alarma del móvil.
Cosa que no iba a suceder…
Asdfghjklñ Dos caps en un día :DDD Muero Me encanta tu novela DEMASIADOOOOOOOOO. Quiero ya el siguiente ¿eh? ¡Necesito saber quien es el que entraaaa! Te quiero <3
ResponderEliminarSi, he sido muy generosa Jajajaja :3. Ais, más que amo yo la tuya... *-* tranquilidad, supongo que subiré mañana :33. Oh, te gustara la persona que entra... e.e
EliminarTe quiero<3