Bostecé, ya vestida, y a
pasos lentos salí de mi habitación. El apartamento esta demasiado silencioso,
tanto que se escuchaba hasta mis pasos.
Al entrar al salón, no
pude evitar fijarme en un bulto que ocupaba todo el espacio del sofa. Wendy,
sin duda alguna.
Me acerqué y observé como
dormía. Típico en ella, dormir con un brazo estirado y el otro tapándose la
cara.
Suspiré y me senté en el
otro sofá, me daba pena despertarla a pesar de todo.
Eché la cabeza hacia atrás
con los ojos cerrados, disfrutando un poco de la mañana…
-
Buenos días
La chica de ayer acababa
de entrar en el salón ya vestida. Se mostraba un poco tímida.
-
¿Cómo está tu
amiga?
-
Bien, bien…
durmiendo, ya ves
-
Si… bueno, que
se recupere
Sonrió un poco y se fue
sin decir nada más.
Hice una mueca extraña y
me quedé un rato más allí, contemplando las musarañas.
Ahora apareció el que
faltaba.
-
Da gracias de
que convenciera a Wendy de que se quedara – dijo Mikel, sentándose
misteriosamente a mi lado.
-
Ya, bueno…
Me separé algo incomoda.
¿Qué hace el idiota este?
-
Y da las
gracias de que limpiara los vómitos
-
Ya, si…
Hubo un momento de
silencio muy incomodo para los dos.
-
Eso si, me
resultó muy difícil convencerla de que se quedase – rió un poco – le he tenido
que vender una entrada a un concierto de B2ST
Le miré sorprendida y
empecé a reír. Muy típico en Wendy.
-
El carácter de
tu amiga mola
-
Si, bastante
-
Quizás me la
tire…
Esta vez paré de reír. Ni
hablar, eso ni hablar.
Antes de que pudiese
decirle nada, alguien se adelantó.
-
En los sueños
todo es posible, Mikel
Los dos miramos
sorprendidos a Wendy, la cuál de repente se había erguido en el sofá y
fulminaba a Mikel con la mirada.
-
Esto… yo me
voy…
Mikel se levantó un poco
acojonado por el comportamiento de Wendy.
Al irse reí un poco, pero
la sonrisa se me borró al mirar a mi amiga de nuevo.
-
¿Contenta?
-
¿De que?
-
De lo que has
hecho, la puta borrachera
-
No lo haré
más…
-
Joder, pero te
pasaste, te saliste de mi moto y te fuiste corriendo, luego vomitaste en mi
casa y encima me insultaste.
-
¿Te insulté?
-
Si
-
Lo siento, no
me acuerdo…
-
Pues lo
hiciste
Se quedó callada
reflexionando un poco sobre lo que hizo.
-
Por cierto,
¿por qué te emborrachaste?
-
Por nada, por
nada
-
QUE ME LO
CUENTES, JODER.
Me miró con los ojos muy
abiertos, sorprendida.
-
Está bien…
Bueno, hace tres días salí con Nathan a dar un paseo por la calle. Todo iba muy
bien, de puta madre, hasta que…
-
¿Qué?
-
Apareció la
guarra de su novia. Se vino hacia nosotros chuleando y me empezó a insultar sin
razón alguna. No pude aguantar y le di un puñetazo en toda la cara. Nos
peleamos y Nathan se enfadó mucho con nosotras, pero sobre todo conmigo. Me
llamó de todo, me insultó, y dijo que no quería verme nunca más… me sentí como
una mierda y pensé que quizás… como tu muchas veces bebes por olvidar las
cosas, pues…
-
Que tonta
eres, no hagas eso nunca más, en serio
-
Ya, pero
¿sabes que? Que a partir de ahora al menos beberé un poco, para olvidar…
-
Cada vez eres
más tonta, que no bebas
-
Tu lo haces
-
¿Y si me tiró
de un pozo también te tirarías?
-
No, ni loca.
-
Pues no bebas.
-
Es mi vida y
hago lo que me da la gana, pesada
Me levanté amenazadoramente,
matándola con la mirada y ha muy poco de matarla de verdad.
Ella también se levantó
con muchas ganas de pelea, dispuesta ha empezar si era necesario.
Al estar ya a pocos pasos
de pegarnos, Mikel tuvo que intervenir. Al parecer nos había estado observando
todo este tiempo. Se puso en medio de nosotras.
-
Chicas,
tranquilizaos ya – pidió un poco alterado. Miró a Wendy – Tu deja de meterte en
tantos problemas, que bastante las has liado – me miró – Y tu no pierdas los
nervios tan pronto.
Sin darme cuenta empujé a
Mikel con unas fuerzas que no conocía ni yo misma.
-
¡¡YO NUNCA
PIERDO LOS NERVIOS!!
Lo que acababa de hacerle
a Mikel me contradecía, pero bueno.
Resoplé y agite un poco
las manos, muerta de calor por le subidon que me había entrado.
-
¡¡No pegues a
Mikel!!
-
¡¿Por qué tu
lo digas?!
-
¡Gracias a el
me he quedado a dormir aquí! ¡Tu en cambio me echaste!
-
¡¿Y que?! ¡Me
tenías harta ayer!
-
¡¿Y de todas
formas, acaso Mikel te ha hecho algo para comportarte así con el?!
Los dos palidecieron al
momento. Wendy porque la cagó al decir eso. Mikel porque sabía lo que venía a
continuación.
-
¡¿Qué no me ha
hecho nada?! ¡¡Cuando estuve en el hospital, el me utilizó por una estúpida
apuesta!! ¡Me enamoró y se acostó conmigo! ¡¡Y me dejo tirada, diciendo que yo
a el nunca le importé nada, que solo me prestaba atención para follarme!! ¡Me
dejó como una mierda y recaí por su maldita culpa! ¡¿Y no me ha hecho nada este
pedazo de cabrón?!
-
Tampoco te
pases… - murmuró Mikel.
-
¡¡Es justo lo
que me hiciste!!
Salí corriendo de la
estancia más enfadada que nunca.
Ya en la calle, cogí aire
y me acerqué a la moto. La arranqué de una sola vez, enfadada, muy enfadada.
Salí a mucha velocidad,
tanta que me asusté, pero no me importó.
Cada vez cogía mucha más,
y mucha, y mucha… hasta llegar al punto de apenas ver nada por la carretera.
Pero no sentía miedo, es
raro pero no sentía ningún miedo. Más bien me sentía libre, olvidándome de
todas las cosas. Siendo yo misma, la tía alocada que siempre está riendo.
Y tanto que reía en la
moto, cogiendo las curvas con mucho peligro… y sin casco.
-
¡¡EH GUAPA!!
Miré hacia atrás. Un
chicos, también en moto, iban detrás de mi.
Suspiré y di más
velocidad. Que me deje en paz aquel idiota.
Aun así, por toda la
velocidad que cogiese, siempre me alcanzaba. Sé le ve con experiencia en esos
de las motos.
Cansada de que me
persiguiese, paré la moto. El me imitó y se me quedó mirando un poco alucinado.
-
¿Qué quieres?
– pregunté con potencia.
-
¿Has hecho
alguna vez carreras de motos?
-
No
-
Eres muy
buena…
-
Ya, bueno, sé
controlarla, simplemente eso.
-
¿Te gustaria
participar?
-
¿En que?
-
¿En que va a
ser? En carreras de esas.
Reí sarcásticamente. LOCO.
-
No gracias, no
quiero jugarme la vida
-
Te la acabas
de jugar con tal de librarte de mi.
-
Ya, pero…
-
En las
carreras ganarías dinero si quedarás tercera, segunda o primera.
-
Ya, lo sé,
pero…
-
Prueba, tienes
talento para esto
-
He dicho que…
-
Te esperamos a
las siete en la carretera de Sant Hogswel
Cogió el movil, escribió
algo rápidamente y se fue.
No pude decirle nada, me
había quedado en estado de shock.
¿Y ahora que demonios
hacía? ¿Iba o no iba?
me encanta la novelaaa sigue escribiendo k lo haces genial :) estoy deseando k subas capitulo ;))
ResponderEliminarJo, muchas gracias<3
EliminarHolaaa bueno me encanta la novelaa:)¿Cuando subes otroo?
ResponderEliminarHola :). Gracias<3 subo capítulo todos los días :)
Eliminartu novela es perfecta y muy bonito parece una droga no puedo parar de leerla sigue asin lo haces muy bien guapa :) UN BESO GRANDE tienes talento ^^
ResponderEliminarAis, muchísimas gracias, me encanta que me digáis esto :') <3
Eliminara ke si engancha mucho yo se la estoy recomendando a muchas amigas mias y me estan diciendo que les encanta un monton que se quedan cn la intriga a mi me encanta espero k sigas subiendo capitulos pk son de la mar interesantes enhorabuena!!!!
ResponderEliminar