Conversación de Wendy y Mikel tras mi huída
Wendy se cruzó de brazos
arrepentida por lo que acababa de decir. La estaba pagando conmigo por lo
ocurrido con Nathan.
-
Alicia se ha
pasado mucho – dijo Mikel un poco molesto.
-
No se ha
pasado, te ha dicho exactamente la verdad. Le hiciste mucho daño
-
Tampoco fue
para tanto, yo disfruté y ella disfrutó
-
¿No te das
cuenta de que se enamoró de ti?
-
¿Y?
-
Tío, cuando
oyó lo que decías de ella se quedó echa una mierda. ¡Una mierda!
-
Eres una
exagerada, igual que ella…
-
No, no es una
exageración. Yo conocí a Alicia gracias a Teresa, y cuando ella se fue, me tuve
que encargar sola y nunca conseguía que se recuperase. Siempre estaba mal, sin
comer y vomitando. Si no llego a llamar a Teresa para que volviese, cosa que
ella no sabe, jamás se hubiera recuperado.
Mikel se quedó en
silencio, quizás pensando en todo lo que dijo Wendy.
-
Mira… no se
tu, pero yo me voy a disculpar por lo que le he dicho.
-
¿Y yo de que
debo disculparme?
-
Lo sabes
perfectamente
Wendy salió por la puerta,
dejando a Mikel. El chico suspiró muy confuso, sin nada claro en la mente.
Mientras tanto, muy lejos de allí, unas horas
después…
No se porque lo hago, la
verdad… pero bueno, ya no puedo cambiar de opinión.
La carretera aquella que
el chico me había dicho, en efecto, estaba llena de motoristas, tanto chicos
como chicas.
Pasé por al lado de ellos
con un poco de timidez. Me miraron con curiosidad, pero no me dijeron nada.
- ¡Espera, guapa!
Para mi sorpresa, el chico
de antes, el que me metió en todo este lío, venía corriendo hacia mí.
-
Al final
llegaste…
-
Si, tenía
curiosidad
-
Pues corre,
las carreras van a empezar
-
¿Cómo que…?
Sin decirme nada más, me
llevó hasta una especie de claro, donde había todo tipo de motos.
- Escoge la adecuada para
ti, y ya sabes, intenta ganar
Le miré horrorizada. ¿Lo
decía en serio?
Ya no me podía negar,
todos estaban preparándose para la carrera…
Un poco cortante, elegí la
moto que más me llamó la atención.
Es negra entera y grande,
muy brillante y bonita, y algo me decía que con ella podría hacer locuras muy
fuertes.
La cogí del manillar y la
desplacé hasta el punto de salida, donde ya muchos participantes esperaban
montados en sus respectivas motos.
El chico, el cuál aun no
me sé su nombre, me observaba desde lejos, sonriéndome y deseándome mucha
suerte.
Le devolví la sonrisa un
poco nerviosa. Es normal, esto es una locura.
Encendí el motor y a
continuación lo hicieron los demás. Ya estaba todo preparado. Ya era la hora.
Suspiré y agarré con
fuerza los manillares, no muy convencida.
- ¡¡YA!!
Mi cuerpo actuó solo, como
si un acto reflejo fuese.
La moto se desplazó a gran
velocidad por la carretera, adelanto a muchas personas que seguramente tendrías
más experiencia que yo.
No me sentí asustada ¿Por
qué? Todo el miedo de antes se había esfumado. Me sentía bien, libre, agradada
conmigo misma. Igual que cuando vomitaba al ser anoréxica.
Adelanté a muchas
personas, hasta que acabé ya en la tercera posición, peleándome por la segunda.
No me lo esperaba para
nada, puede sonar muy machista, pero la persona que estaba segunda posición era
una chica de más o menos mi edad.
No había visto a una como
yo entre los participantes, me gustó un poco, ya que me sentía muy incomoda con
tantos chicos a mi alrededor.
Aun así la intenté
superar, pero nada. Cuando quería adelantarla se me ponía en medio, lanzada una
risotada muy fuerte.
Hice una maniobra
peligrosa, cosa que no dio resultado ninguno. Lo único que hizo fue darme un
susto, pues casi me caigo revoleada de la moto.
* * *
Salí de la moto temblado,
pero no de miedo, si no de emoción, mucha emoción.
El chico se aproximó a mí
sonriendo, es muy guapo, ahora que me fijo bien.
-
¿Me vacilabas
antes?
-
¿Cuándo?
-
Cuando dijiste
que nunca has hecho carreras.
-
Es la verdad,
nunca he hecho esto…
-
Joder, lo
haces de puta madre
-
Gracias…
¿Podré repetir?
-
¿Hacer de
nuevo una carrera?
-
Si, entiendo
que no qui…
-
¡POR SUPUESTO!
-
¿De verdad? –
le miré muy sorprendida.
-
Pues claro,
eres buenísima, nunca has hecho ninguna carrera y has acabado tercera.
-
La tía esa se
me ponía en medio todo el rato
-
Se llama
Amelie, y es muy buena en esto de las carreras
-
¿Y es como es
fuera de ellas?
-
Muy dura, pero
en el fondo se deja querer. Te llevarás bien con ella, ya verás.
Sonreí un poco, mirando al
suelo con timidez.
-
Por cierto, me
llamo Jonhatan – se presentó.
-
Yo Alicia
Nos dimos dos besos, como
si nos viésemos ahora por primera vez en nuestra vida.
-
Yo debería
irme, se ha hecho bastante tarde – informé – ¿donde dejo la moto?
-
Quédatela
-
Pero…
-
Hazme caso,
ahora es tuya
-
Gracias
Me monté en ella y le
dirigí la última mirada a Jonhatan.
Y pensar que un día así de
mierda podría convertirse en algo perfecto gracias a estas carreras.
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