No me podía creer que
después de tanto tiempo, volviera al hospital justamente por algo relacionado
con el trastorno alimenticio.
Pero ya no podía aguantar,
estaba muerta de miedo por todos los sueños con Ana y Mia, e incluso la visión
que tuve ayer al entrar en el baño. Solo duró un segundo, pero todo fue muy
aterrador, ni siquiera pude dormir por la noche.
Llamé a mi doctora por la
mañana temprano, necesitaba ir a consulta hoy mismo.
- Ya puedes pasar
Entré en la consulta un
poco cohibida. Hacía tiempo que no estaba allí, muchos meses…
-
Que sorpresa
verte por aquí - comentó mi doctora al
verme entrar.
-
Ya… necesitaba
una consulta
Me senté en la silla de
siempre. Todo seguía igual, como si no hubiese pasado nada, como si no hubiese
corrido el tiempo.
-
¿Y bien? ¿Qué
ocurre?
-
¿Es normal
tener sueños con Ana y Mia? ¿Y tener visiones?
-
¿Sueños con
ellas? Explícate.
-
Yo… bueno,
empecé a soñar con ellas sin explicación alguna. Aunque el día me fuese genial,
luego por la noche soñaba exactamente con Ana y Mia. El primer sueño fue cuando
ya hacía dos meses fuera del hospital. El siguiente después de una fiesta…
luego tuve otro, hasta que ayer tuve una visión de ellas detrás de mí.
Me daba mucho miedo hablar
de esto, es como si ellas me escuchasen y quisieran acorralarme para que
recaiga en la anorexia.
-
¿Es malo? –
pregunté.
-
Muchas suelen
tener sueños con ellas, tranquila. Pero los tienen porque algo las sigue
frustrando.
-
Ya… ¿y?
-
¿Qué es lo que
te preocupa?
-
Pues nada,
quizás recaer con esos sueños, pero nada más.
Hubo unos segundos de
silencio.
-
Cuéntame,
¿Cómo va tu vida? Dime si estudias, donde vives… y esas cosas.
-
Pues estudio
periodismo en la universidad, salgo muchas veces con mis amigas, y bueno, vivo
en un piso compartido.
-
¿Con quien?
-
Con Mikel…
-
¿Mikel
Iglesias? Pero si el fue…
-
Si, si, ya lo
sé… pero nos reconciliamos y tal… ahora nos llevamos bien.
-
¿Y el ha hecho
algo que…?
-
Cuando soñaba
con ellas me acompañaba por las noches y me protegía, por así decirlo… pero
ayer nos enfadamos por una tontería.
-
¿Y que
tontería?
-
El había
quedado con una chica y me echaba del apartamento para estar con ella, y a mi
eso no me hacía ni pizca de gracia.
-
Y dime… ¿Qué
sientes por el?
Ya me estaban hartando
todas estas preguntas. Solo venía a que me diesen una opinión sobre los sueños
y visiones, no para hablar de lo que hago.
-
No siento
nada, el es pasado.
-
Pero te puedes
volver a enamorar. ¿Os habéis besado?
-
¡No! ¡Ni
siquiera hemos tenido un roce! – mentí, sabía que si decía la verdad diría
muchas más cosas.
-
¿Y lo deseas?
-
¡¿Pero que
dices?! ¡No! ¡Ni loca querría besarle! ¿A que viene estas preguntas? Yo solo
quiero saber porque tengo esos sueños.
-
Exacto, y eso
estoy investigando. Alicia, Mikel es el causante de todos estos sueños.
-
Se equivoca…
el solo me ayuda cuando tengo sueños
-
Aun sigues un
poco enamorada de el, y cuando le ves ligando con alguien te frustras mucho y
acabas soñando o teniendo visiones.
-
No estoy
enamorada de el…
-
Eso no lo
sabes segura
Acabé enfadándome y sin
decir nada me fui de la consulta a paso ligero. ¿Cómo podía decir que estaba
enamorada de Mikel? ¡Es de locos!
* * *
Al llegar, la chica se
acababa de ir, puesto que me la encontré saliendo del ascensor. Se ponía bien
los pantalones, que estaba desabrochados. Menuda puta.
Mikel seguía en su
habitación, pero despierto, ya que se escucha salir música de su habitación.
Solo decir que odio la música que escucha.
Con un suspiro me senté en
el suelo. Siempre hacía eso cuando me agobiaba o no podía parar de pensar en un
tema en concreto.
Pensé en todo lo que dijo
la doctora. Es imposible que estuviese enamorada de Mikel. Lo hubiese notado de
todas formas, pero aun así… ¿Y si era cierto? ¿Por eso me jodía que quedase con
chicas?
En ese momento Mikel
apareció de repente, no le había escuchado salir de su habitación, por lo que
me sorprendió verle.
Me levanté con disimulo,
no quería que se diese cuenta de nada. El me miró unos segundos directamente a
los ojos.
-
¿Dónde fuiste
esta mañana?
-
A ningún lado,
estaba durmiendo en la cama.
-
Mentira,
escuche como te largabas.
-
Sería la
chica, que se iba con medias bragas fuera.
Hice una mueca borde,
aunque un poco asustada. Nadie podía enterarse de que había ido de nuevo al
hospital.
El se acercó a mí, hasta
quedarnos juntos. Mis latidos se aceleraron a causa de los nervios. Parecía que
lo estaba haciendo a conciencia, que era lo que me cabreaba.
-
¿Aun no me
piensas decir a donde fuiste? – murmuró. No le hacía falta hablar en voz
‘’normal’’ ya que nos podíamos escuchar perfectamente.
-
¿Te lo tendría
que contar exactamente a ti?
-
Pues si
-
¿Por qué? ¿Qué
eres en mi vida para tener que contártelo?
Revisé bien esas palabras
y hasta tarde no me di cuenta de lo que había dicho.
Mikel me miraba dolido, no
se esperaba esas palabras por mi parte.
-
Yo…
-
Déjalo, ya los
ha dejado muy claro.
-
Mikel…
Se volvió a su habitación
y me dejó allí. Resoplé enfurecida conmigo misma. ¡¿Por qué tuve que decir
aquello?!
* * *
Me estaba llevando toda la
tarde tirada en el sofá sin hacer nada provecho. Ni siquiera había comido, y
eso que tenía mucha hambre.
El móvil empezó a sonar.
Lo alcancé y miré antes quien me llamaba. Me sorprendí, pero lo contesté.
-
¡Wendy!
-
¡Alicia! ¡Que
estoy Seúl!
-
No me jodas…
lo sabía desde hace mucho tiempo.
-
¿Y por qué no
me llamaste tonta?
-
Lo hice, pero
lo cogió tu dulce compañera
-
¡Oh! ¡Se llama
Nora!
-
Ya… bueno,
pues dile que sea un poco más respetuosa.
-
Tranquila,
ella es así, en verdad es muy buena.
Colgué. No se porque, pero
colgué. No llevaba un buen día y pasaba de tener que escuchar a Wendy hablar de
‘’Nora’’.
Me dirigí a la habitación
con paso lento, sin ganas de nada. Quizás el día de mañana fuese mejor… quizás.
Mikel hoy tampoco había
salido en toda la tarde, muy raro en el ya que normalmente se pasa el día
entero fuera del apartamento.
Las puertas de nuestras
habitaciones estaban frente a frente, por lo que al entrar en la mía nos
miramos por fuerza.
El estaba sentando en el
suelo con la guitarra, parecía estar componiendo.
Siempre me ha encantado
cuando toca la guitarra… no se, lo hace especial.
-
¿Qué miras? –
preguntó un poco enfadado.
-
Nada, nada…
Cerré la puerta y suspiré.
Inmediatamente el empezó a tocarla.
Escuchaba en silencio, sin
atreverme a salir de la habitación. Aunque no podía hacerme esto. ¿Qué me había
pasado? Antes no era así. Antes dejaba todo muy claro y hacía lo que quisiese.
Aunque eso era cuando estaba encerrada en el maldito hospital…
Finalmente cogí fuerzas y
valentía. Iba a dejar todo claro. Si señor, y el primero sería Mikel.
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Hola. Bueno, espero que el verano os haya ido bien y que empecéis fenomenal el nuevo curso.
Quería aclarar, que si no estoy subiendo novela es porque tengo problemas, y muy serios. Aparte de que hago más cosas en vez de estar todo el día al lado del ordenador.
Y bueno, si me preguntáis en Ask por la novela (que me parece bien) por favor. NO SEÁIS BORDE. Porque hace dos días me vino un anónimo y se lío conmigo. Y preguntándome mal, solo vais a conseguir que deje de subir, pero ya para siempre. Me podéis preguntar y tal, y decirme que os ha parecido y todo eso, pero con educación, ser simpáticos... gracias.
Espero que os guste el nuevo capítulo ♥
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